HOSTELVENDING.com 05/11/13.-
Evitar que se produzcan muertes súbitas en el trabajo, en la calle o en el gimnasio. Este es el objetivo del Proyecto Salvavidas, un colectivo que promueve la instalación de desfibriladores semiautomáticos para personal no sanitario y que ahora quiere hacer de las máquinas de vending un espacio de cardioprotección.
Hemos visto como las expendedoras se utilizan como reclamo para campañas virales y también como iniciativas solidarias. Ambos conceptos se unen en 'Vending Salvavidas', un proyecto que con el lema "Consume x la Vida" pretende instalar un millar de estos aparatos en las máquinas que pueblan espacios públicos y empresas, como nos explica Rubén Campo, fundador del Proyecto Salvavidas.
"Cualquier entidad puede disponer de este servicio que no requiere una inversión inicial y que repercute directamente en beneficio del consumidor", señala Campo. La empresa operadora o propietaria de la máquina sólo tiene que solicitar el desfibrilador al Proyecto Salvavidas que aporta el material y la formación necesaria para su uso.
La idea es que su mantenimiento, 100 euros al mes, pueda autofinanciarse con los propios productos que se venden en la máquina. "En las pruebas piloto que hemos realizado con Alliance Vending hemos comprobado como subiendo sólo 5 céntimos los productos que se expenden se puede cubrir el gasto sin ningún problema. Es más, también se trata de una cuestión de solidaridad y hay más gente solidaria de lo que imaginamos dispuesta a poner esta cantidad de más sabiendo que contribuye a crear un espacio algo más seguro a su alrededor", indica el creador de Proyecto Salvavidas, presente ya en estadios de fútbol, administraciones públicas, etc.
El propietario de la máquina tiene libertad para subir los precios o hacerse cargo del sobrecoste, teniendo en cuenta que está prestando un servicio más a sus consumidores y ahondando en la fidelización del cliente.
Si se opta por subir los precios, el consumidor con su compra diaria estará participando en esta acción solidaria que, como nos recuerda Rubén Campo, puede salvar una vida, ya sea la de un compañero de trabajo, un amigo, un familiar o la vida propia. Se convierte así en un acto altruista o una inversión, según se mire, para estar más protegido y disponer de un servicio que se ha demostrado necesario y eficaz en muchas ocasiones.
Hoy mismo se presenta la iniciativa en Alcorcón. Allí entrarán en funcionamiento las tres primeras máquinas equipadas con desfibriladores en sus laterales. El kit está preparado para su colocación en todo tipo de máquinas, aparatos que además están geolocalizados a través de una aplicación móvil, SOS-112, disponible para plataformas Android e iOS para su control y uso por parte de los servicios de emergencia, los bomberos, la policía o la población en general.
El servicio puede solicitarse ya para todos los países Europeos mediante las webs del Proyecto Salvavidas, Savelives Project para el resto de Europa. Los impulsores esperan que las máquinas de vending de ayuntamientos, polideportivos, estaciones de autobuses, estaciones de metro, universidades, colegios, gimnasios, lugares públicos, empresas… se adhieran en los próximos meses.
La entidad que quiera instalar estos desfibriladores cuenta con la garantía del Proyecto Salvavidas, cuyos aparatos están certificados por la Sociedad Española de Medicina y Seguridad del Trabajo y cuyos cursos están homologados en todas las comunidades autónomas para impartir la formación.
Según Proyecto Salvavidas todavía es necesaria la colocación en nuestro país de más de 120.000 desfibriladores para ponernos solo al nivel de Francia y formar en reanimación cardiopulmonar a gran parte de la población. Más de 30.000 personas fallecen al año por paradas cardio respiratorias. Es la principal causa de mortalidad y muchas de estas muertes se podrían evitar si en los primeros 5 minutos se utilizaran las técnicas y el material adecuados, tiempo insuficiente en el 95% de los casos para que lleguen las emergencias. Vending Salvavidas tiene como objetivo empezar a salvar la vida de sus consumidores.
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